Porque, en pocas palabras, las Islas Seychelles son otro mundo, un lugar que concede todo su significado a la palabra único. Un santuario de playas paradisíacas, de finas arenas blancas, pristinas aguas cálidas y naturaleza desbordante para una luna de miel de auténtico lujo.
Seychelles es uno de los pocos lugares del mundo en los que poder disfrutar de la insuperable sensación de estar en una isla desierta, y el lugar idóneo para todo aquel que busque intimidad, lujo natural y exclusividad.